Para las empresas que realizamos trabajos verticales en Las Palmas de Gran Canaria la seguridad de nuestros empleados es una máxima irrenunciable. Cualquier trabajo realizado en altura supone un peligro que, por fortuna, se puede evitar siempre, claro está, que se cumplan las normas de seguridad que la normativa vigente establece.

Uno de los elementos fundamentales para la seguridad de quienes realizamos trabajos verticales en Las Palmas de Gran Canaria son los arneses. Esos conjuntos de cintas que se colocan alrededor del cuerpo y que, sujetas a puntos fijos y seguros, en la propia fachada o en el andamiaje, impiden que el trabajador, en caso de un resbalón pueda precipitarse al vacío.

La utilización de un arnés de seguridad es obligatoria siempre que se trabaje a una altura superior a los 180 centímetros del suelo, nada tiene que ver que se emplee o no un andamio. Cuando se trabaja sin andamios, los obreros que están descolgados a lo largo de la fachada, suelen emplear unos arneses llamados de trapecio porque tienen un pequeño asiento que permite utilizar ambas manos para manejas las herramientas, sin embargo, además de este arnés de asiento, el obrero debe también utilizar un arnés de seguridad convenientemente fijado.

Existen diferentes tipos de arneses homologados para ser utilizados en trabajos en altura y las diferencias principales entre ellos son las zonas del cuerpo en las que distribuyen las cargas en caso de caída: Hombros, caderas, torso… Hay que tener en cuenta que, en una caída, aunque no se llegue al suelo, la tensión que provoca la línea de fijación puede suponer también un fuerte impacto que será más suave si está más repartido.

Como ya hemos dicho, en Condor Trabajos Verticales, la seguridad es una máxima irrenunciable.